Ya os enseñé en mi segundo post algunos usos de los banderines en decoración. Pero hoy quiero compartir unas fotos de una casa real de alguien que conozco (ya lo siento, pero para mí siempre serás Pepa :p), para que no parezca todo de revista.
Me encantan los de la cocina. Le dan un toque muy especial y hogareño. Además, al ser de tela, pueden ir directos a la lavadora sin ningún problema y quedan como nuevos.
Y no me digáis que no alegran la academia de inglés que acaban de estrenar. Toda la decoración es muy acogedora. Tanto que no parece que vayas a clase. Estoy segura de que a los niños les encantará :)
Y como no sólo de tela vive el bunting, también os traigo algunos ejemplos de otros estilos de esta técnica de decoración:
Estos son de madera y cuerda. Los corazones para el dormitorio de los mayores y las estrellas para el del peque. Los primeros le dan un aspecto romántico a las cortinas. Pero los segundos... me tienen enamorada. Quedan genial en ese mueble y se pueden pintar para combinarlos con cualquier decoración.
De momento me voy a centrar en los de tela, pero más adelante, quién sabe. Lo mismo me da por explorar nuevos retos.
Yo no hago más que mirar y remirar mi casa a ver dónde puedo colocarlos. Hay tantas posibilidades... ¿Vosotros ya lo habéis pensado?
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