Cuando entro en una tienda de telas me pasa lo mismo que cuando entro en una papelería: lo quiero todo. No sé para qué ni dónde lo voy a meter, pero me lo llevaría todo a casa sin pensarlo. Pero como ni el presupuesto, ni el espacio, ni la cordura lo permiten... hay que elegir.
Muchas veces, una vez que reviso las compras en casa, no consigo recordar los motivos por los que elegí ciertas cosas. Pero eso abre nuevas puertas. ¡Ya innovaremos e improvisaremos!
Hoy os presento las telas que tengo ahora entre las manos. Algunas ya han cumplido su función, otras esperan su turno y las hay incluso en la reserva, esperando a que se me ocurra qué hacer con ellas.
Estas me sobraron de los regalos de Navidad:
Estas se vinieron conmigo de mi última escapada a Madrid:
Y estas dos las acabo de comprar en la tienda de mi pueblo:
A la de los búhos le había echado el ojo hacía tiempo, pero no había tenido ocasión de usarla aún.
La última es una reincidente en este blog. La he tenido que reponer para un encargo. La verdad es que da mucho juego.
Ya están hechas las presentaciones.
¿Os gustan las nuevas? ¿Para qué las podríamos usar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.